Reseña #107 || No eres mi tipo.

No eres mi tipo

de Chloe Santana
Editorial Penguin Random House (SUMA)
352 pags
Publicación 01/2018

Sinopsis

¿Y si te dijeran que el hombre perfecto es alguien a quien no soportas?

Querido diario:
Esta soy yo. Torpe, bocazas y experta en meterme en líos. Mi psicóloga dice que hay que tomarse la vida con humor, pero sinceramente no le veo la gracia a que mi novio de toda la vida me haya dejado por otra. O a que mis padres vayan a divorciarse después de treinta años juntos. ¿El mundo se ha vuelto loco? ¿Es que ya nadie cree en el amor?
Pero, hey, no pienses que mi vida es tan mala. Tengo un gato llamado Apolo, escribo en mis ratos libres y acabo de encontrar un empleo como secretaria del señor míster Simpatía. Lo de míster Simpatía es ironía, por supuesto, porque mi jefe es un tipo serio, frío y me da a mí que un poco amargado. ¡Y está como un queso! Cada vez que no repara en mi existencia -la mayor parte del tiempo-, me quedo observándolo con cara de placer. ¿El único problema? Además de tener novia, me mira como si yo fuese el bicho más raro del planeta.
¡Qué se le va a hacer! De ilusión también se vive...
Me llamo Ana, tengo veinticinco años y soy una pringada. Esta es mi historia.

Opinión Personal

Con esa sinopsis, no pude resistirme, la verdad. Hacía tiempo que buscaba un libro con el que reírme un poco, y este me ha hecho soltar más de una carcajada. La historia de Ana es un disparate lleno de humor, pasión y decisiones espontáneas.

En el diario de Ana, bautizado como Pepe, se relata la vida de la protagonista, quien en un arranque de espontaneidad, renuncia a su trabajo como dependienta de un supermercado. Y es que cuando la psicóloga de Ana le recomendaba fijar nuevas metas y dar algún cambio a su vida, no se refería en absoluto a esto. Así que, sin empleo y aún con resentimiento y dolor por la ruptura con su exnovio Raúl, Ana decide que ya es hora de encarrilar su vida..., salvo que tal vez la dirección que toma no es la más adecuada. Sobretodo si le resulta tan complicado mantener sus ideas a raya y la boca cerrada cuando debe.

Pese a que su sueño siempre ha sido ser escritora, Ana se embarca en una búsqueda de empleo que nada tiene que ver con su añorado deseo de vivir de sus escritos. Eso sí, habiendo adornado un poquito su currículum; hablando suajili, inglés y francés con fluidez, etc. Por casualidad divina, consigue una entrevista como secretaria personal del jefe de una importante empresa de publicidad. Contra todo pronóstico, Ana consigue el empleo, aunque no se explica cómo, ya que su futuro jefe, Ángel Ferrer, resulta ser un amargado malsonante incapaz de sonreír y sin un ápice de tolerancia—sus anteriores secretarias no le duraron apenas una semana—; así que las esperanzas de Ana por conservar su nuevo puesto de trabajo caen precipitadamente. Todo cambia cuando la chispa de la pasión surge entre discusiones y arrebatos, dejando a jefe y empleada tan expuestos como alterados por sus actos, completamente incoherentes frente a la aversión que se gasta el uno con el otro. Pillarte por tu jefe es algo digno de contar en un diario..., así como todas las consecuencias que ello conlleva.

La historia de Ana está plagada de humor y momentos inesperados. Desde el principio del libro sabes que la protagonista no tiene pelos en la lengua, y no digamos ya sentido común. El vaivén de emociones que sacuden a Ana en su propia historia resultan tan cercanos como diferentes. Las ocurrencias y situaciones que se reproducen en la vida de los personajes resulta adictiva, pero eso es en gran medida por el modo en el que está narrado. Se denota una evolución en la historia con la pausa y el ritmo preciso, haciendo real su contenido. Destaco especialmente el personaje de Ana y el de Flor, que me encantaron, así como el de Ángel. 

Un libro que me ha dejado con una sonrisa en los labios y un muy buen recuerdo de una historia entretenida, fresca y muy divertida. Sinceramente pienso que que todos y todas tenemos algo de Ana en el interior, y alabo a la autora por la capacidad de plasmarlo de una manera tan característica y tronchante, haciéndolo ver natural. 

4/5

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