Reseña #103 || La reina del aire y la oscuridad.

La reina del aire y la oscuridad

de Cassandra Clare
Editorial Planeta
848 pags
Publicación 04/2019

Sinopsis

(ATENCIÓN: Si no has leído el primer y segundo 
libro, cuidado, puedes obtener spoilers)

Se ha vertido sangre inocente en el Salón del Concilio, y la guerra civil parece inminente. Una parte de la familia Blackthorn vuela a Los Ángeles para descubrir el origen de la enfermedad que está destruyendo a los warlocks. Mientras tanto, Julian y Emma intentan desesperadamente deshacer el amor que les une y centrarse en una peligrosa misión por el Libro Negro de los Muertos.

Pero lo que descubren es un secreto tan terrible que puede destruir el mundo de las sombras por completo. Atrapados en una carrera contra reloj, Emma y Julian tendrán que salvar el mundo de los Cazadores de Sombras antes que la maldición de los parabatai destruya todo aquello cuanto aman.

Opinión Personal

Tengo que reconocer que una de las razones por las que no me había atrevido a leer este tercer libro de la serie de Cazadores de Sombras: Renacimiento, era por su intimidante número de páginas. Siendo fiel seguidora del recorrido de la autora desde sus inicios, me moría de ganas por volver a encontrarme con los personajes de esta trilogía, así como los guiños y apariciones de protagonistas de las pasadas sagas. Este libro ha sido vertiginoso en muchos aspectos, y nunca me cansaré de recomendar a Cassandra Clare y todo lo que significan y transmiten sus historias.

La historia continúa justo donde el final del segundo libro termina, y si no era ya de por sí lo suficientemente doloroso, todo se enreda aún más. Julian ha perdido a su hermana, y con ello, una parte de sí mismo. Los Blackthorn parecen más desunidos que nunca, pese al duro golpe que incita a permanecer juntos, y Emma nunca se había sentido tan perdida como entonces. La esperanza de romper el vínculo parabatai que la une a Julian, se desvanece junto a la vida del Inquisidor Lightwood, quien había ofrecido su ayuda a los jóvenes enamorados para afrontar la maldición. Todo parece ir mal, en dirección equivocada; la Cohorte, una organización de cazadores de sombras con pensamientos cargados de nazismo y clasismo, escalan hasta conseguir el poder en el Consejo de los cazadores de sombras en su pueblo natal: Idris. La incitación a la división entre los nefilim y los subterráneos se hace cada día más tangible, imponiendo nuevas leyes, sin ningún tipo de indulgencia para quienes son cercanos a subterráneos.

Cuando el nuevo Inquisidor Dearborn (líder de la Cohorte), envía a Emma y a Julian a recuperar el Libro Negro de los Muertos al país de las hadas, éstos desconocen el peligro que corren en las cortes, así como lo que realmente encontrarán: a Annabel Blackthorn. En el mundo mortal, Kieran permanece escondido por Diego Rosales en el Escolamántico, resguardado del poder nocivo de la Cohorte y las intenciones que tendrían para el joven príncipe hada. Kit y Ty elaboran un descabellado plan para resucitar a Livvy, a espaldas del resto de su familia y amigos. Mientras, Alacante se ve amenazada por la inhumanidad de los miembros de la Cohorte y de la misteriosa peste que barre los campos del país de los cazadores de sombras: un halo de podredumbre que cubre la vida hasta extinguirla. La vida de los brujos también pende de un hilo, con la enfermedad haciendo mella en cada uno de ellos, restando su magia y vitalidad.

En el mundo de las hadas, Emma y Julian se enfrentan a algo más que una simple misión: una trampa los espera. Caras conocidas, traiciones y secretos que desembocan en un portal a otra dimensión: Thule. Si bien la vida en su propio mundo no carece de desalientos, lo que Emma y Julian encuentran en Thule los hace replantearse mil imposibles, mil dudas, y lo más importante, esperanza. Desde luego, es algo esencial para sobrellevar todas las aventuras y desazones a las que se ven envueltos los cazadores de sombras entre las páginas de este libro. Esta conclusión de la trilogía deja todos los cabos bien atados, con un hilo conductor sublime. Un cadena de eslabones perfectamente encajados que cobran sentido a cada capítulo que pasa.

Cassandra Clare plantea aspectos realmente interesantes en esta trilogía, y es que se desarrolla un carácter inclusivo con respecto a la personas transgénero, así como el autismo, o el poliamor, entre otros. Sin duda es lo que más puedo destacar de esta nueva serie, ya que es lo que más me ha gustado con diferencia. La impresionante capacidad de manipular, manejar y dirigir a tantísimos personajes, líneas temporales, y ahora más recientemente, diversos mundos alternativos, esclarece el merecido reconocimiento que tiene esta autora. Es algo que admiro mucho de sus historias.

Desde el punto de vista personal, admito que no he llegado a conectar con Julian o Emma en ninguno de los tres libros, pero sí con otros muchos personajes secundarios, como son Tiberius y Kit, o Mark, Cristina y Kieran. He disfrutado muchísimo de cada momento que viven estos personajes; tanto tristes como alegres. En ningún momento me ha resultado pesado, ya que la acción acompaña cada capítulo como un imán, y es imposible soltar el libro un segundo. Adoro cómo escribe Clare, no puedo negarlo, pero siendo objetiva, la única cosa que me ha "fallado" ha sido el resultado final de la historia principal. Pese a todo, es un libro increíble plagado de aventura, sentimientos, secretos, acontecimientos impensables, sorpresas, amor, pero sobretodo mucho, muuucho drama.

Por cierto, necesito abrazar a mis niños Kit y Ty, ya los hecho de menos.

4'75/5

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Reseña #103 || La reina del aire y la oscuridad.