Reseña #99 || El rey marcado.

El rey marcado
de Leigh Bardugo
Editorial Hidra
575 pags
Publicación 11/2019

Sinopsis

(¡ATENCIÓN!: Esta reseña contiene spoilers 
de la trilogía Grisha y la bilogía Seis de Cuervos.)

 Enfréntate a tus demonios… o aliméntalos. Nadie sabe a lo que se enfrentó el rey Nikolai Lantsov durante la sangrienta guerra civil de su país, y él pretende que siga siendo así. Ahora, con sus enemigos agolpados al otro lado de sus debilitadas fronteras, Nikolai deberá dar con la manera de surtir las arcas de Ravka, forjar nuevas alianzas y frenar la amenaza que se cierne sobre el ejército Grisha. Sin embargo, la magia oscura que corre por sus venas se fortalece día a día y amenaza con destruir todo lo que ha logrado. Con la ayuda de un joven monje y una legendaria general Grisha, Nikolai viajará a los lugares de Ravka donde sobrevive la magia más profunda para dar con la manera de acabar con el terrible legado que habita en su interior.

Opinión Personal

 Leigh Bardugo regresa a mi vida con este dorado y flamante libro protagonizado por uno de los mejores personajes creados, en mi opinión; Nikolai Lantsov. Tras la sublime obra de arte de Seis de Cuervos y Reino de Ladrones, esperaba algo que me volviera a conmover y alucinar en igual medida, pero en esta ocasión no ha sido así. Todo lo que quería encontrar en este libro ha ido en dirección opuesta y no ha terminado de gustarme, pese a lo genial que es reencontrarse con personajes tan maravillosos de los anteriores libros.

Esta vez, Ravka está al borde de la crisis. El susurro de la guerra acompaña al rey Nikolai haya donde va, en una nación que escasea en riqueza, armas y fe en la monarquía. Pero ese no es el único problema del rey... ya que la huella que depositó El Oscuro en él tiempo atrás continúa atormentándolo sin cese, obligándolo a convertirse en un monstruo cada noche, cada vez con más poder. Junto a Zoya Nazyalensky y su círculo de confianza, trazará un plan para evitar la guerra y restaurar la nación, pero la sombra del Oscuro hace presencia por medio de un culto que busca la aceptación de aquel que veneran, considerándolo un santo. Algo de ese misterioso culto atrae a Nikolai a saber más, y emprende un trayecto hacia la Sombra, guiado por Yuri, un joven monje que afirma haber tenido visiones y sueños acerca de El Oscuro.

El camino de Nikolai y sus compañeros hacia la Sombra al oeste de Ravka transcurre al tiempo que Nina Zenik continúa su misión en Fjerda, arrastrando consigo el cadáver de Matthias y una promesa inquebrantable. Pese a sus emociones y debilidades, Nina hace frente a la realidad de su poder, y su espionaje en el reino vecino se vuelve turbio y peligroso, hasta el punto de hacerla temblar. La joven Grisha conoce mejor que nadie el efecto de la jurda parem, pero sobretodo la soberbia de los soldados fjerdanos, y ciertamente, no sabría decir cuál de ambas le preocupa más. El pasado grita en silencio por la injusticia de aquellas que cayeron, y arrastra a Nina a la venganza, a la razón. Puede que un corazón herido no sane del todo jamás, pero Nina Zenik no es una Grisha cualquiera, y se tomará la justicia por su cuenta.

Sin duda, este libro no ha sido lo que esperaba. La historia de Nikolai y de Nina están distanciadas en el espacio, dividida en capítulos alternos y no llegan a cruzarse en ningún punto del libro. Por una parte, la trama de Nina Zenik resulta desconcertante y tremendamente lenta. Con una misión inexcusable en el extranjero por órdenes del rey, deambula de un lado a otro de Fjerda en busca de la más mínima información acerca de Grisha robados, maltratados y aniquilados. Con el gran pesar de la pérdida de su amor, el camino de Nina se torna lúgubre y flemático, con muy poca acción y sin que ocurra nada interesante en su viaje. Por otro lado, Nikolai comparte su aventura con Zoya, quien protagoniza buena parte del libro. Para Nikolai, Zoya es la mejor de las compañías, su mejor soldado y su más fiel amiga. Si bien los sentimientos entre ambos son evidentes, procuran evitarlos y silenciarlos con burdas bromas e ironías acerca de la enfermedad de Nikolai, o la hosca personalidad de Zoya. Entre ellos existe una compatibilidad precisa, que hace que cada capítulo quieras saber más y más, incluyendo episodios de verdadera acción y mucha magia Grisha por parte de Zoya, la brava vendaval.

El mundo creado por Leigh Bardugo siempre me ha apasionado, desde los inicios en la trilogía de Sombra y Hueso y en la increíble obra Seis de Cuervos. Este libro lo tenía todo para gustarme y me da pena que no haya sido así. El ritmo paulatino y repetitivo terminó por cansarme en ciertos puntos, aunque reconozco que se me aceleró el corazón en determinadas partes que hacían referencia a personajes de obras pasadas. Amo cada personaje que crea esta mujer, y sólo por ello me sumerjo entre las páginas de sus novelas sin dilación. En esta ocasión considero que el inicio de la bilogía de Nikolai ha sido quizás demasiado introductorio..., espero ver todo lo prometido en el siguiente libro del universo Grisha, porque el final de El rey marcado sí que ha sido de verdadero infarto.

3'75/5

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