Reseña #47 || Todo lo que nunca fuimos.

Todo lo que nunca fuimos
de Alice Kellen
Editorial Planeta
352 pags
Publicación 02/2019

Sinopsis

Leah está rota. Leah ya no pinta. Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres.

Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue. Pero no sabe que ella siempre ha estado enamorada de él, a pesar de que sean casi familia, ni de que toda su vida está a punto de cambiar.

Porque ella está prohibida, pero le despierta la piel.
Porque es el mar, noches estrelladas y vinilos de los Beatles.
Porque a veces basta un «deja que ocurra» para tenerlo todo.

Opinión Personal


Antes que nada me gustaría agradecer a la editorial por el envío del ejemplar.

 Alice Kellen ha vuelto a conseguir que se me erice la piel, que ría y que ansíe traspasar las páginas para vivir sus historias. Este libro me ha arrasado como un huracán lleno de emociones que remueven y descolocan, y se ha llevado un pedacito mío con él... Creía que nada superaría a Luke, ni a Jason, pero Axel ha entrado en mi corazón y se ha instalado ahí indefinidamente.

"Todo lo que nunca fuimos" es la primera parte de la bilogía Deja que ocurra, que verá su continuación a finales del próximo Abril, y transcurre en un pequeño pueblo de Australia a orillas del mar llamado Byron Bay, donde Leah y Axel vivirán y sentirán al son de la música de los Beatles, de las noches plagadas de estrellas y arena, de arte, colores y emociones a flor de piel...

Leah ya apenas se reconoce a sí misma, tras el accidente y la pérdida de sus padres, continúa encerrada en ese coche, en ese día, en un eterno bucle del que no sabe si quiere salir. Todo lo que le queda es su hermano mayor, Oliver, pero debe marcharse a la otra punta del país a trabajar. Por eso una mañana Oliver se presenta en la casa de su mejor amigo Axel, quien vive a pie de playa alejado de la civilización, y le pide que por favor cuide de su hermana.

Axel no está acostumbrado a ningún tipo de responsabilidad; convive con el mar y su soledad, un equilibrio perfecto y tranquilo que debe romper para ayudar a su mejor amigo. Las familias de ambos entablaron una profunda amistad cuando ellos tan sólo tenían ocho años, y siempre han estado unidos. Por eso acepta cuidar de Leah y acogerla en su casa durante los meses que Oliver esté trabajando fuera, pero lo que no sabe es que Leah, aunque ahora esté rota y no quiera sentir, siempre estuvo enamorada de él.

"Todos vivimos en un submarino amarillo."

A pesar de conocerse de toda la vida, Leah y Axel conviven como dos extraños, con una incómoda sensación que Axel desea evaporar cuanto antes, procurando que Leah regrese y viva como antes. Pero Leah se niega a comprender cómo la vida puede continuar cuando siente tantísimo dolor, y Axel comienza a sacarla de su zona de ansiedad y pesadillas, añorando que vuelva a pintar, que vuelva a crear su magia, tensando la cuerda hasta que ceda y pueda volver a sentir... el problema es que los sentimientos hacia él también despiertan, y todo se complica.

Esta historia se cuece a fuego lento y pausado, convergiendo el pasado con el presente, fusionando una vida de anhelo con la pasión arrolladora que nace entre ambos, dejándose llevar por el ahora..., ignorando las consecuencias.

"Vívime a mí."

Este libro es maravilloso. La historia es delicada y brusca en partes iguales, tiene la magia de la música y el arte, pero la crudeza de la realidad y la pérdida. La diferencia de edad entre los personajes es crucial para entender algunos comportamientos, los diferentes puntos de vista de Axel y Leah, e incluso de sus familias y amigos. Me he reído, he llorado, he sentido tantos nervios que he tenido que parar de leer, y se me ha roto un poco el corazón con el final.

Aunque no es la primera novela que leo de Alice Kellen, consigue sorprenderme cada vez más; su escritura es amena y adictiva, que hace que no puedas soltar el libro ni un segundo. Su pluma es tan íntima y los personajes que crea son tan humanos que es imposible no empatizar con ellos; tanto Leah como Axel me han hecho suspirar y contener el aliento.

Ha sido una lectura muy intensa, apenas me ha durado unas horas... No podía soltar el libro y por un momento he llegado a oír las olas, a sentir la playa; hacía mucho que un libro no me atrapaba tantísimo. Me ha sobrecogido muchísimo la ambientación, la situación, la complejidad y la imperfección de los personajes, la música, (¡yo, que soy Beatlemaníaca!) y el final...

Necesito el siguiente libro como Leah necesita pintar, como Axel necesita sentir el arte.

"La vida hay que sentirla. Siempre."

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Reseña #47 || Todo lo que nunca fuimos.