Reseña #113 || Si las princesas hubieran usado Tinder.

Si las princesas hubieran usado Tinder

de María Monrabal
Editorial Vergara (Penguin Random House)
380 pags
Publicación 07/2020

Sinopsis

Una novela romántica en los tiempos de Tinder.

Aceptémoslo. El amor cambió desde el momento en el que escoger a una persona con quien tener una relación, un rollo o echar un polvo quedó relegado al gesto de deslizar el índice a izquierda o derecha. Pero puede que simplificar tanto las cosas nos conceda el poder instantáneo de atrevernos a ser nosotros mismos, despojándonos de miedos y empujándonos a querer a nuestra manera, que es, en definitiva, la mejor forma de hacerlo, por ser la más sincera.

Esto es, entre otras cosas, lo que descubre Paula cuando llega a Madrid. Una ciudad donde aterriza para hacerse un hueco como redactora de moda. Un lugar en el que todos andan buscando respuestas y donde ella acaba encontrando a Gonzalo.

¿Podrá el amor en la era Tinder ser tan apasionado, romántico y feliz como esperamos?

Opinión Personal

Muchas gracias a la autora y la editorial por el envío del ejemplar.

Lo primero que pensé cuando me ofrecieron esta novela fue "me voy a reír mucho", además de que el título ya de por sí tiene gancho. Y tengo que decir que me alegro de haber acertado, aunque a medias. Si bien este libro cuenta la historia de Paula en términos románticos, también ahonda en el camino de uno mismo, sus metas, deseos, anhelos y reflexiones. 

Desde que, tiempo atrás, su último ex-novio le fue infiel, Paula no consigue creer en el amor, o al menos, en el amor duradero, el que no se deshincha tras los comienzos, los principios y la rutina. Por eso, la historia de Paula comienza un día cualquiera, una tarde cualquiera, en el preciso momento en el que ¿por qué no?, decide abrirse una cuenta en Tinder, la app por excelencia para ligar, conocer gente o lo que surja. Pese a todos los prejuicios establecidos en la actualidad por el uso de la famosa aplicación, Paula conoce a una persona con quien conecta desde el primer instante vía chat; Gonzalo. Sin embargo, las inseguridades y el tradicionalismo romántico le impiden dejarse llevar como le gustaría, o al menos, como se supone que se debe hacer el Tinder. Si a todo ello le sumamos la vida de una veinteañera emancipada que comparte piso con otras dos personas, y trabaja en la redacción de la revista Vogue España, tenemos el panorama de nuestra aventurera protagonista.

Increíblemente, todo se empieza a torcer incluso antes de quedar en persona con Gonzalo, con quien ha establecido una conexión tan natural como inusual, y con quien se siente bastante cómoda aunque sólo sea por chat..., y es que, en una noche de fiesta de la empresa, Paula se deja llevar por el estado de embriaguez y termina en la cama con Héctor, un fotógrafo que a veces trabaja para la revista y que habían coincidido en una sesión juntos. La culpabilidad recae sobre Paula, y pese a todo, cuando Gonzalo y ella se conocen por fin, todo fluye de manera casi idílica, como si ambos se conocieran de toda la vida, con naturalidad. Pronto, un enlace los une hasta un punto que ninguno de los dos previó, avivando sentimientos profundos y fuertes capaces de eclipsar cualquier inseguridad o cuestión en la atolondrada mente de Paula. Lo que ambos no sabían era que el corazón a veces late en la dirección opuesta al camino que te ha preparado el destino. 

"A veces das con personas que te hacen sentir más segura de ti misma sin la necesidad de tener que decir mucho. Sólo con sus gestos. Haciendo cosas básicas, pero que significan tanto como incluirte en un plan en el que no estabas invitada. Cosas como no pensarse dos veces si darte un beso delante de los demás, o abrazarte aunque todos miren. Sonreír cuando hablas o apoyarte en cualquier comentario que hagas frente al resto".

La verdad es que esta historia ha sido una montaña rusa en mayúsculas. No sólo por los vaivenes de Paula y Gonzalo, también por los personajes secundarios y las tramas que engloban todo lo relacionado con el empleo de ambos protagonistas principales. Si bien Paula vive en un bucle constante de preguntas e indecisiones, sus amistades la contrarrestan divinamente, creando un grupo idóneo y dispar, cada una con su propio drama del siglo XXI; he sentido adoración por Ale y Andrea, genias las dos. El trabajo también tiene un importante papel en la trama, contando con diferentes escenarios, posibilidades, y aventuras. 

La pluma de la autora me ha sorprendido para bien. En todo momento se ha notado cercanía y veracidad en los diálogos, en las relaciones entre algunos personajes, ya sean de amistad o laborales. Algo que he echado de menos es la presencia familiar, ya que es muy escasa. Destaco notoriamente el punto fuerte de la novela; protagonistas veraces con problemas y errores humanos que los caracterizan. Una historia fresca y amena que invita a la reflexión del concepto que se tiene hoy en día de las relaciones y el amor. La búsqueda de uno mismo no siempre viene de la mano de otra persona. Una historia real y actual con la que he disfrutado, sin miedos ni medias tintas, como la vida misma. 

"Cada uno elige el tipo de amor con el que le llena más vivir".

3/5

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